AYER.
Si miramos atrás nos encontramos con la generación de nuestros abuelos. Una enseñanza que se daba en cortijos y no todo el mundo tenía la posibilidad de poder estudiar. No era muy común que la mujer estudiara, ya que en general su trabajo era el ser ama de casa. Los hombres si acudían
mas al colegio pero también tenían la limitación de que tenían que
ayudar a sus padres en los trabajos agrícolas. Esta serie de limitaciones en muchos casos dio lugar al analfabetismo.
También
nos encontramos la generación de nuestros padres que experimento
algunos cambios, los padres querían un futuro para sus hijos diferente
al de ellos, por lo que normalmente los hijos estudiaban en internados.
La educación no era obligatoria pero cada vez con más frecuencia la asistencia al colegio era mayor.
HOY.
Nuestra educación es obligatoria hasta los 16 años, por lo que todos tenemos la oportunidad de acceder al colegio ya que se reciben bastantes ayudas.
En la actualidad, las asignaturas están más enfocadas a la sociedad, como es el caso de las asignaturas transversales, que han adquirido una gran importancia porque dan sentido al contenido curricular.
Cabe citar la incorporación de las tecnología que cada día están más presentes en el aula.
Pero no todo son ventajas, también existen una serie de
inconvenientes,
como es la perdida de respeto hacia el profesorado y la figura del
profesor ha decaído, ha aumentado el abuso escolar entre los propios
alumnos debido en parte a la interculturalidad en las aulas.
MAÑANA.
Tras
haber hecho un pequeño recorrido por la escuela del ayer y por la de
hoy, pensemos ahora como queremos que se la escuela del mañana.
Sin duda, debería ser una
escuela donde se transmitan valores de igualdad, de respeto hacia los
demás y hacia el medio ambiente, una escuela moderna que sea capaz de
superar las deficiencias que presenta actualmente y capaz de superar cualquier inconveniente que pueda aparecer. Otro
aspecto a tener en cuenta es la importancia que tiene el desarrollo de
la creatividad. Tan importante es el pensamiento convergente como el
divergente. Una escuela apoyada en el progreso y en la innovación tanto
de recursos pedagógicos como metodológicos y tecnológicos. En definitiva, una
escuela interesada en el desarrollo de la formación integral de los
alumnos, dado que es en un futuro ellos serán los que tomen las riendas
de la sociedad y deberán estar preparados para convivir en una sociedad
democrática y libre.
Nosotras como futuras maestras, intentaremos hacer todo lo posible para
conseguir todos estos objetivos. Será difícil, arriesgado y agotador,
pero creemos que el esfuerzo merece la pena.